La maestra Rosalba o Rosy para quienes la conocemos y admiramos, nos transporta por una ruta de emociones, una vereda que por medio de su memoria, describe un sinfín de recuerdos, que los traduce con estética y con dulzura (sin abandonar la pasión) en cincuenta y seis poemas.

La Poesía que encontrarás, será un cúmulo de versos emotivos, con sobriedad y con una eficacia expresiva, convertido en un compilado plural, que te describe desde sueños eróticos con gran reflejo de animosidad hasta los nuevos puntos de partida que tenemos como seres humanos, lo que refleja armonía en sus pensamientos, en un lenguaje que revela alegría, tristeza, amor, seguridad pero sobre todo simbolismo, que para muchos que saboreamos dicha conexión de sílabas, le llamamos “arte”.

Desde las palabras plasmadas por la autora se encierran las formas simbólicas que alimentan ese sentimiento y lo hace que trascienda en el plano de la cotidianidad, estas memorias nos comparten los miedos, los llantos, las nostalgias, la desesperación e incluso las ausencias de quién los escribió, eso, precisamente es conectar, eso es lo que yo sigo denominando “arte”.

Escribir poesía es y será siempre soñar despierto, no cualquiera puede hacerlo y lograr con majestuosidad la conjugación del cuerpo, alma y espíritu que trasciende en sus versos, en su lírica brillante con un ritmo impregnado con sabor a recuerdos, que te transporte a momentos, lugares y a fragmentos de nuestras vidas que hemos dejado pasar con el tiempo, no todos los poetas lo hacen, sin lugar a dudas, hoy, con su obra Rosalba lo ha conseguido y con creces, por ello, simplemente con una reverencia a su trabajo y con un gran respeto y admiración le confirmo su mote la “Maestra poetisa”.

Odracir Ricardo Espinoza Valdez.